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En este caso nos referimos al aceite de almendras dulces (ya que también existe el amargo).
Se conoce popularmente por sus beneficios para la piel y el cabello, pero es mucho más que eso.
Es un aceite rico en vitamina E, vitamina A, ácidos grasos monoinsaturados, proteínas, potasio y zinc, entre otros minerales y otras vitaminas. Cuenta con propiedades emolientes, suavizantes, nutritivas y desinflamantes.
Se utiliza para nutrir pestañas, cejas, para hidratar y endurecer las uñas y mantener saludables las cutículas. También ayuda a cuidar las puntas del cabello para evitar resequedad. Y por otro lado, es uno de los más elegidos para hacer masajes por su textura única.
En lo que respecta a la piel, es un aceite súper hidratante que ayuda a suavizarla y darle mayor elasticidad. Es apto tanto para cutis secos como grasos, y además es hipoalergénico. Es el indicado para tratar eccemas. Ayuda a aliviar la comezón, irritación, y la inflamación. Es el aceite indicado para pieles sensibles y el ideal para masajes Shantala (masaje para bebés).